Target

Por qué Target tiene dificultades para atraer a compradores e inversionistas.

Target era aspiracional. Hoy, aspira a no perder más clientes.

En este correo: la historia de cómo una de las marcas más queridas del retail entró en crisis… y por qué aún no es el final.

En el mundo del retail, pocas marcas habían logrado lo que Target. Convertir un retail en toda una experiencia de compra aspiracional. Pero esa magia parece haberse desvanecido.

Durante décadas, Target supo destacarse entre gigantes como Walmart y Costco con una propuesta única. Diseño y una imagen que le valió el apodo de “Tarzhay” entre sus fans más fieles. Sin embargo, desde su punto más alto en 2021, la empresa enfrenta una caída sostenida en ventas, en tráfico y en relevancia.

Las acciones de Target han caído un 61% desde su máximo histórico, cuando su capitalización bursátil rozó los $129 mil millones de dólares. Hoy, la empresa vale cerca de $48 mil millones y cuenta con más de 1,980 tiendas en el mundo.

La acción de Target ha perdido 61 % de su valor desde su punto más alto en 2021.

Después del boom de la pandemia, cuando los consumidores, confinados y con estímulos fiscales, dispararon las ventas de productos para el hogar, ropa cómoda y artículos de entretenimiento, Target aumentó sus ingresos en más de $15 mil millones de dólares en un solo año. Pero desde entonces, sus ingresos anuales se han mantenido estancados. En mayo de 2025, la empresa anticipó una caída en ventas.

Los líderes de Target aseguran que la situación es temporal. Culpan a factores externos como la inflación, los costos sobre los aranceles del presidente Trump, y cambios en el gasto de los hogares. Pero analistas, exempleados y proveedores ven algo más profundo: una crisis de identidad.

Parte de lo que convirtió a Target en el favorito de muchos fue su enfoque progresista, con tiendas limpias, empleados atentos y colaboraciones creativas con diseñadores. Hoy, muchos clientes perciben una experiencia deteriorada, pasillos desordenados, empleados distraídos, artículos agotados.

Aunque las ventas digitales de Target pasaron de $6.8 mil millones de dólares en 2020 a casi $21 mil millones en 2025, más del triple en solo cinco años, este avance también trajo desafíos importantes.

Las ventas digitales se triplicaron en cinco años, pero generaron nuevas presiones logísticas.

Las operaciones digitales han puesto demasiada presión en las tiendas físicas, donde se surten el 96% de los pedidos online. Esto ha ocasionado retraso en los envíos y desabasto de las tiendas.

Target no solo compite con Walmart, sino con un ecosistema que cambia rápidamente. Walmart, Aldi, Costco, Trader Joe’s, Temu y Shein están ganando terreno. De hecho, casi la mitad de los clientes que dejaron de comprar en Target terminaron comprando en Walmart.

Frente a esa fuga de consumidores, Target ha respondido con ajustes mixtos. Por un lado, recortó costos operativos, lo que afectó la moral interna y provocó fallas logísticas. Por otro, apostó por nuevas líneas de ingreso más rentables, como su división de publicidad Roundel y el marketplace Target Plus, ambos con crecimientos de dos dígitos.

Uno de los mayores riesgos viene del exterior. Target importa cerca del 50% de sus productos, lo que la hace vulnerable a aranceles y disrupciones logísticas. En respuesta, la empresa anunció recortes de precio en más de 10,000 artículos del hogar, incluidos básicos como detergente o mantequilla, y prometió mantener sin cambios los precios escolares del ciclo anterior. Pero al final estas decisiones los está haciendo perder mucho dinero.

Target también enfrenta una presión cultural. En años recientes, la compañía retrocedió en sus políticas de diversidad e inclusión, retirando productos del Pride tras recibir críticas. Ese giro afectó la percepción de clientes y proveedores, especialmente de marcas pequeñas que perdieron visibilidad.

En tiempos donde la identidad es tan valiosa como el precio, el futuro de Target dependerá de si logra volver a ser más que una tienda. Una marca que hacía sentir bien a quienes cruzaban sus puertas.

En un artículo reciente, contamos cómo LG pasó de ser una modesta empresa de cremas a convertirse en un gigante que va desde baterías para autos eléctricos hasta televisores OLED, cosméticos y telecomunicaciones: descúbrelo aquí.